Estos son nuestros mejores consejos para negociar el precio con tacto sin arruinar tus posibilidades de asegurar la propiedad.
Consejo #1: Nunca inicies una negociación con las manos vacías
Ya sea contratando inspectores para un informe de construcción y plagas, u obteniendo cotizaciones de comerciantes, obtener datos y cifras te dará municiones a la hora de solicitar una reducción de precio.
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Consejo #2: Separa tus emociones
La forma más discreta de negociar es eliminar todas las emociones. Intenta separarte del resultado y presenta tu versión de manera lógica. El propietario no tiene ninguna obligación de aceptar lo que tu ofreces, sin importar qué tan bien presentes tus puntos. Si las cosas no salen como quieres, ser negativo no ayudará a la negociación.
Consejo #3: Recuerda que esta es la casa de otra persona
La negociación es una vía de doble sentido y para llegar a un acuerdo será necesario hacer concesiones por ambas partes.
Trata de comprender qué es importante para el propietario. Piensa en lo que puedes ofrecer para contrarrestar la reducción de precio que buscas. Quizás un período de liquidación más largo para que puedan encontrar un nuevo hogar; pequeños incentivos como este a menudo pueden ser mucho más valiosos que un par de dólares extra.
Consejo #4: Si no preguntas, la respuesta siempre será no
Desde querer incluir ciertos accesorios en el precio de venta hasta solicitudes de inspección adicionales, no sabrás qué están felices de ofrecerte los propietarios si no expresas tus deseos.
Una casa que requiere algunas reparaciones, por ejemplo, es una gran herramienta de negociación y, en general, una oportunidad para conseguir un buen precio. Sin embargo, antes de volverte loco con las solicitudes, piensa en lo que es más importante para ti, ya que, siendo realistas, los propietarios no ceden en todo.
Por ejemplo, en teoría, puedes inspeccionar una propiedad tantas veces como quieras. Sin embargo, en la práctica, dependerá de la disponibilidad de su agente y de si el propietario vive actualmente en la propiedad; podrías desanimar al propietario si interrumpes constantemente su día. Una alternativa podría ser visitar la calle en diferentes horarios durante la semana. No es necesario entrar a la casa real para tener una idea de cómo es el vecindario.
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