Antes de solicitar un préstamo hipotecario con tu pareja, hay algunas conversaciones que debes tener y que van un poco más allá de lo que ya conoces.
Has encontrado a alguien con quien quieres pasar tu vida; la parte difícil ya pasó, ¿verdad? Equivocado. Os conoceis lo suficientemente bien como para saber si cada uno de vosotros gasta o no el presupuesto cada mes, pero probablemente no conozcais el historial crediticio completo de cada uno. Entonces, antes de comprar una propiedad juntos, es necesario tener muchas conversaciones. Aquí comentamos tres de ellas.
¿Has incumplido algún pago?
Puede que ahora estéis relativamente libres de deudas, pero ¿ha sido siempre así? Una mala nota en un expediente de crédito, como un pago atrasado de un automóvil o un incumplimiento de pago de una tarjeta de crédito, cambiará el enfoque que debeis adoptar al solicitar financiación.
Esto no significa que no puodais obtener financiación, pero puede significar que debais solicitar un préstamo con poca documentación a un prestamista especializado. Tu mortgage broker puede ayudaros a encontrar el prestamista adecuado y elaborar una solicitud para evitar la angustia del rechazo continuo.
Ese saldo de ahorro, ¿de dónde ha salido?
Si tu pareja tiene ahorros para un depósito, es fantástico, pero el saldo es sólo una parte de la ecuación que consideran los prestamistas.
Si has logrado acumular esos ahorros durante un buen período de tiempo, haciendo contribuciones periódicas y administrando bien tus ahorros, los prestamistas considerarán esto como una indicación positiva de tu capacidad para realizar pagos con regularidad.
Sin embargo, si los ahorros son el resultado de un pago por despido, un regalo de la familia o una buena apuesta, siguen siendo útiles como depósito, pero no indican esa capacidad para realizar pagos.
Una vez más, este no es el fin del mundo. Estarás en una mejor posición que sin ese dinero, pero es posible que necesites ayuda de expertos para presentar tu solicitud de la mejor manera.
Si nos metemos en problemas, ¿cómo te gustaría manejarlo?
Debes planificar para cada eventualidad, incluso una que creas que no es probable. Dicho esto, esta discusión no se trata tanto de tener un plan sólido para lo peor, sino de ver cómo tu pareja enfrentaría las dificultades.
Si uno de vosotros perdiera su trabajo, o tuviera facturas inesperadas que parecieran abrumadoras, ¿intentaría salir adelante, sin querer hablar de ello contigo o con tu agente financiero, y potencialmente no pagaría el préstamo? ¿O lo abordaría directamente visitando a tu agente financiero o prestamista contigo para elaborar un plan para superarlo sin incumplir pagos?
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